Los Selfies, o autofotos con morritos y dedos de la victoria, se han convertido en un fenómeno que ha pasado de ser una moda de “teens con baja autoestima y necesidad imperiosa de llamar la atención”, a transformarse en un fenómeno social al que se han apuntado personas de diferentes condiciónes y status.
Parece que hacer la susodicha captura con un dispositivo móvil se ha quedado un poco desfasada, y ahora necesitamos dar una “vuelta de tuerca” y pasar del #Selfie al #Dronie.
El #dronie es un autorretrato tomado con un Dron, un vehículo volador por control remoto que en función de su uso tiene una determinada mala o buena fama.
El nuevo fenómeno surgió cuando Dave Morin, fundador de Path, publicó una espectacular autofoto de un grupo de escaladores en la cima del Matterhorn.
Primer selfie desde un drone
Es tal el fenómeno #Dronie que ya empieza a existir una corriente de usuarios que muestran sus autofotos aéreas en unos cuantos minivideos. Lo que pudo comenzar como una moda ha llamado la atención de medios tan importantes como el WSJ o el NYT.
Pero lo interesante de ésta nueva tendencia en redes sociales, es que los Selfies suelen ser protagonizados por mas de un individuo, como podemos ver en la cuenta de la familia Worksology.
Worksology es vendió la mayor parte de sus posesiones en 2011 y ha estado viajando por los EE.UU. captando desee el aire lo que acontecía grabando 75.000 millas
Y si el #Dronie ya daba la vuelta de tuerca a los selfies, los usuarios han decidido ir un paso más allá y ofrecer variaciones. Adam y Alex, por ejemplo, han decidido elegir un tejado de L.A. para dejar plasmado el momento, pero haciendo un “Reverse Dronie”, es decir acercándose en vez de alejarse
Scott Mason, realiza un Dronie reverso, es decir con el cuadricoptero parado y el acercándose
Social Studio quiso dejar volar la imaginación y comenzar la autofoto un poco más lejos de lo que nuestra vista llega
El origen del fenómeno: El Aburrimiento
Según Adam Lisagor, la razón del fenómeno surge por la siguiente razón: “Una vez pasada la novedad de tener un dispositivo y ver las imágenes desde las alturas, termina siendo un poco aburrido. Apuesto a que si pudiéramos poner diminutas cámaras en las cabezas de las aves, la mayoría nos gustaría ver que sucedería cuando vuelan cerca de la gente”