Pues sí, está claro que trabajar desde casa tiene muchos beneficios de cada a la vida social y en definitiva a aumentar la calidad de vida, pero como pasa si tenemos que ir a una oficina hay algunas cosas que hay que mantener y respetar, no por obligaciones con la empresa si no por mantener ese nivel de vida y no coger malas costumbres.
1- El lugar de trabajo es remoto, no en casa únicamente.
Pues sí, a todos nos gusta que llegue el buen tiempo y disfrutar de la playa, una terraza, y del cesped, en caso del invierno también hay situaciones que estamos más cómodos, es importante que estemos cómodos donde trabajamos, y ya que tenemos la flexibilidad de poder movernos, trabajaremos mejor en la Playa, en el campo, o en la terraza tomando algo fresquito, pero cuidado, tenemos que concentrarnos e intentar que nuestro trabajo no se vea directamente afectado, veamos lo más como un privilegio y sobre todo en casos de mayor estrés.
2- La alimentación es aún más importante.
En casos en los que comemos en la oficina es habitual llevarnos el taper con la comida, algunos se van a un restaurante todos los días, pero ahora podemos tener la comida en casa, tenemos que tener una alimentación equilibrada, pues al no tener que irnos a trabajar haremos menos ejercicio en cierto modo y los dulces e hidratos en exceso pueden pasarnos factura y hacer que nuestra silla note que estamos cogiendo kilos y nos volvemos perezosos. Además hay que ser previsor con qué cocinar, pues no es tema de que lleguen las 14:30 tengamos un hambre como un lobo y comamos lo primero que encontramos, que por lo general no va a ser muy saludable.
3- El ejercicio… tenemos menos excusas.
Si cuidamos la alimentación ya puestos no tenemos la excusa de llegar cansados a casa, y puesto que salimos menos a la calle, es algo muy importante por lo menos salir a dar una vuelta, caminar o practicar algún ejercicio, no hace falta salir a correr todos los días, aunque sería perfecto, pero sí mínimo caminar y de ahí lo que surja como ir a la playa si la tienes al lado
4- Disfrutamos más de los niños sí… pero…
Pero tienen que saber que estamos trabajando, tenemos que concentrarnos en lo que hacemos y en el caso que podamos si van al colegio o la guardería intentar hacer el grueso del trabajo por la mañana para por la tarde tener mucha más libertad y poderles hacer la merienda o atenderles en alguna cosa.
5- La siesta existe… ¡aprovechala!
En el supuesto que tengamos una hora para comer, es una costumbre muy extendida por las empresas más innovadoras el dejar que sus empleados se echen un poco de siesta, pues ayuda a relajarse y luego pueden rendir mucho mejor, eso sí, no una siesta de mirar el calendario al levantarte… con 20 minutos vale.
6- El pijama está genial… pero para dormir
Está claro que tus jefes no te van a ver como estés vestido, pero intenta tener unas normas de convivencia, tampoco hace falta ponerte un traje, pero si cambiarte de ropa y estar algo más formal, eso ayudará a que no te entre pereza y al ponerte la ropa tu cerebro estará más activo que con un pijama que sólo le haces creer que vas a ir a la cama en breve. Respecto al calzado las zapatillas pueden ser algo adecuado, pues descansas mejor los pies y así los puedes relajar con la alfombra
Fuente: internetempleo.com