Desde que las empresas empezaron a ver más seriamente las posibilidades de teletrabajar, he visto muchos procedimientos. Desde el simple hecho de entregar una computadora al empleado y decirle que de ahora en más teletrabajaba en su casa, hasta decisiones por las cuales no se empieza a teletrabajar porque no se tiene una ley.
Las consecuencias están a la vista, ninguno de los dos extremos permiten avanzar correctamente con el teletrabajo.
Tampoco creo en la aplicación de modelos enlatados, aún cuando éstos hayan sido exitosos en otras empresas. Su organización tiene características que la hacen diferente por, su cultura, su situación económica, su tipo de actividad, por sus gerentes y por las necesidades y expectativas de su gente …, y por ello un programa de teletrabajo debe hacerse a su medida. Continuar leyendo