Son cosas que es mejor no saber. En eso estamos todos de acuerdo. Sin embargo, no por eso dejan de suceder.
El mito urbano, casi siempre envuelto en algún comentario tragicómico, que permita convivir con la verdad, la sospecha, de una u otra manera, está presente cada vez que vamos a comer afuera.
El mito, la mayoría de las veces, está asociado a los lugares de comidas rápidas, pero lo cierto es que sucede en cualquier tipo de restaurante, desde uno de mala muerte hasta uno “gourmet”