Las promociones y descuentos de las tarjetas de crédito fueron la herramienta de los bancos para conseguir que los clientes que se habían ido de los bancos indignados con el corralito volvieran a cruzar la puerta de entrada a las entidades financieras. Pero 10 años después de la instalación del sistema, hay ganadores y perdedores, pero también se puede ver que los clientes son más fieles a los descuentos que a las marcas.