Por: Federico Rosemberg
La variedad de uva blanca Muscat, también conocida como Moscatel de Alejandría, fue olvidada por muchos en la industria vitivinícola. De a poco, vuelve a ocupar el lugar que se merece: primeros planos en blancos Premium. El cambio lleva el nombre de dos grandes viñas: Tabalí y De Martino.
Esta cepa, una de las más antiguas del mundo, actualmente es aclamada por muchos. La industria pisquera chilena la rescata por su alto contenido alcohólico y en vinos protagoniza los de cosecha tardía, por sus notas dulces y apasadas. Tres lanzamientos confirman su cambio de destino y su vuelta a los primeros planos del mercado nacional: Tabalí Reserva Dry 2012; De Martino Gallardía del Itata 2012 y De Martino Viejas Tinajas 2012. Los tres son primera cosecha y están elaborados 100% con la variedad Muscat.
Tabalí Reserva Dry Muscat 2012 fue elaborado en los viñedos costeros del Valle del Limarí, en el norte de Chile. Felipe Muller, enólogo de la bodega, lo describe como un vino elegante, de carácter intenso y perfumada nariz, con profundas notas florales y frutales, que se entremezclan con tintes cítricos. En boca muestra una excelente estructura y una acidez viva que dan frescura al vino y que conviven con notas frutales, que se destacan en su largo y persistente final.
El Gallardía Muscat del Itata 2012 nació en otro terruño: el Valle de Itata, ubicado en la localidad de Trehuaco. Marcelo Retamal, winemaker de la bodega De Martino, lo presenta como un vino fresco y elegante, que se destaca por su carácter floral. ¿Su nombre? Es una pista de lo que se encontrará en copas, deriva de una flor rústica que crece naturalmente en los viñedos y su significado describe con precisión la impronta de las parras que le dan origen, las que deben soportar el implacable clima del sur de Chile. Por su parte, Viejas Tinajas Muscat, que también nace en el Valle de Itata, se muestra con un atractivo color dorado ámbar. En nariz es complejo, presenta diversos aromas donde se pueden encontrar notas a lichi, con dejos de limón, jazmín, azahar, membrillo, néctar y mermelada de naranja. Es un vino que por el aroma puede parecer más dulzón, sin embargo, al probarlo, sorprende por su personalidad, su acidez y rusticidad, reflejando ese lugar en el mundo tan especial, de donde proviene esta uva.
Tres vinos, tres posibilidades de comprender el porqué esta variedad está emergiendo del olvido, dejando atrás las críticas del mundo del vino. Una vez probados, las palabras no podrán reemplazar lo que se percibe en las copas: el Muscat bien elaborado puede jugar en la liga de los blancos Premium. Bienvenido sea.