Está claro que a la mayoría de los que disfrutan del vino a diario, los puntajes les importan poco y nada. Sin embargo, a los que lo hacen, a los que lo venden y/o promueven, y a los enófilos, sí. Además, sigue siendo uno de los temas más polémicos por donde se lo mire. Ya sea por quien los otorga, o en donde sale publicado, o si el degustador de turno cató los vinos a ciegas, etc. Lo cierto es que lo importante no es el numerito al final del comentario de un vino, sino la consistencia que dichos dígitos pueden mostrar. Ya que de esa forma, ese dato pasa a ser confiable. Y convengamos que el puntaje de un vino, en todo caso, es una excusa más para adquirir una etiqueta determinada. Continuar leyendo