Vivir con cáncer es luchar constantemente. Es soportar el dolor, adaptarse al cambio físico, al mismo tiempo que se intenta sostener el autoestima; es combatir el cansancio y las presiones mentales.
Vivir con cáncer es vivir con preocupación. ¿Pero si tan solo por un segundo aquellas personas que lo padecen pudieran despreocuparse? Esto fue lo que inspiró a la ONG francesa, Fundación Mimi, y a la agencia Leo Burnett a convocar a hombres y mujeres enfermos, y regalares ese momento de paz.
Veinte personas fueron a recibir un cambio de look. Con los ojos cerrados, las maquillaron y las peinaron. Cuando pudieron verse al espejo, algo mágico pasó. Su vida cambió por un segundo pero ese momento quedó grabado para siempre…