Inspirado por zanahorias

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Lo hermoso de la inspiración es que puede llegar de cualquier forma y provenir de cualquier lado. Mientras que el arte y la cultura proveen un lugar familiar para la inspiración, ese lugar no es siempre el ideal para la innovación de los negocios.

Alrededor del mundo, la economía continúa tambaleándose. Y en algunos casos, no solo se tambalea. Algunos países están intentando detener el sangrado. Noticias sobre nuevas medidas severas y protestas se están transformando en sucesos del día a día.

Recientemente, España ha impuesto nuevas medidas estrictas. Una de ellas agrega un impuesto del 21% al precio de venta de entradas de teatro. Cuando la nueva medida salió a la luz, la compañía del Teatro Municipal Bescanó pensó que se acabaría su negocio. ¿Cómo podrían llenar las 300 butacas de su teatro con este impuesto del 21%, ya en una economía de por sí dura? Abran paso a la innovación. Abran paso a la rapidez de pensamiento. Abran paso a la inspiración. Abran paso a la brillantez pura. El dueño Quim Marcé miró a través de su ventana, observó los campos de cultivo y vio su respuesta.

Vende zanahorias, no entradas.

Las zanahorias están clasificadas como un alimento básico y, como tal, tienen un impuesto del 4%. Por lo tanto, en vez de vender tickets como admisión de entrada, vende zanahorias. Ahora, Quim Marcé vende una zanahoria por 16 dólares (13 euros) y ofrece entrada gratis a su teatro.

El teatro ha conseguido muchísimos fanáticos, se ha hecho conocido internacionalmente, y también ha hecho algunos enemigos a lo largo del camino. Se lo ha llamado también “la rebelión de las zanahorias”. El gobierno español lo llama evasión de impuestos.

Dejando a la economía y la política de lado, este nivel de pensamiento crítico resalta el hecho de que muchas veces buscamos innovación en el lugar equivocado. Estamos entrenados para pensar que lo digital, los medios sociales y la tecnología son la mejor fuente para el pensamiento innovador.

Falso.

En mi opinión, la rebelión de las zanahorias es brillante. Una buena idea es aquella que resuelve un problema de una forma diferente.

A menudo, los clientes le dan a la gente de marketing tareas que sentimos que son casi imposibles de resolver. Nos lamentamos por no tener más recursos o más tiempo.

Vivimos en una época en la cual la colaboración es muy valorada. Se dice que las mejores ideas pueden provenir de cualquier lado. Se fomenta la integración de disciplinas múltiples. Las disciplinas especializadas abundan. Cada mes, surge una nueva filosofía, una nueva disciplina, una nueva tecnología o una nueva tendencia que queremos incorporar.

Para la gente de marketing y los gerentes de marca, existe un amplio abanico de tácticas para la planeación de estrategias. A veces, nos enamoramos tanto de las tácticas o de las nuevas tecnologías, que nos olvidamos de resolver el problema de negocios en cuestión. El peligro es que vayamos en búsqueda de una solución antes de comprender por completo el problema o la dinámica de la situación.

Por ejemplo, el Teatro Bescanó tiene una suma modesta de seguidores en Twitter (600) y Facebook (5.000). La mayoría de ellos surgieron a partir de su reciente popularidad. Me han sumado a mí a sus listas. Demostraré mi apoyo a su pensamiento brillante de manera tradicional y moderna. Los apoyaré publicando y retuiteando su historia. Pero lo que realmente quiero es una remera pasada de moda, con el logo de la rebelión de las zanahorias.

Marcé reconoce la gracia y lo novedoso de la situación. Mientras los espectadores entran a la sala y las luces se van apagando, le recuerda a las personas que las fotos no están permitidas, que deben apagar sus celulares y les pide que no hagan mucho ruido al masticar sus zanahorias.

Yo lo felicito y pido bis.