58. Los amores del pasado

“No debieras volver jamás a nada, a nadie,
pues toda historia interrumpida
tan sólo sobrevive
para vengarse en la ilusión”
 
 Félix Grande,
Ética inútil.
  

Lo que fue

El tío Facebook y el primo Google nos permiten visitar el pasado sin demasiados esfuerzos y las redes sociales van filtrando cada vez más nuestros sueños. En el siglo pasado para evocar a alguien solo teníamos el recurso de la memoria o de alguna visita onírica, hoy las yemas de nuestros dedos nos transportan al pasado y a todos los seres que ahí habitan. Vivos o muertos. Continuar leyendo

55. Dejarse querer

escudo azul

Para Walter Alejandro Cuevas

¿Rúcula o radicheta?

Uno de los malos entendidos de la comunicación humana es creer que uno tiene el dominio de todas sus decisiones. Cuando elegís un jean lo hacés para esos ojos que van a mirarlo y que posiblemente condicionen la elección sin demasiado conflicto. Mirar una película con alguien implica tenerlo en cuenta a la hora de alquilarte una para el sábado a la noche. ¿Rúcula o radicheta? Sabés que le gusta la ensalada de hojas verdes pero… por cuál decidirte. Si el deseo es el deseo del otro, el asunto de la libertad de elección es un gran laberinto que amortigua la triste realidad de saber que nuestras elecciones son elegidas por un otro ausente. De todos modos la dulce ilusión de que hay cosas que podemos elegir libremente nos hace dormir sin demasiadas rueditas verdes o pipitas de última hora. Cof, cof. Continuar leyendo

40. Fase 3: El amor coleccionista

Hoy me levanté con mucha resaca. Últimamente la cerveza me trata mal, me codea la cabeza y me pellizca el hígado. Me cuesta abrir los ojos y sobre todo recordar qué hice cinco horas antes. Recuerdo que tipo diez de la noche pasé por lo del Bichi a comer una milanga y a tocar un poco la viola, de ahí arrancamos para una de esas fiestas de música latina. Hicimos una apuesta: el primero que se comía a una gorda, en la próxima salida, no pagaba un solo trago. Continuar leyendo

33. 45 indicios para comenzar una relación

Te presentaron, saliste un par de veces. Una de las veces te dijiste que no daba. A los tres días te llamó y volviste a ir. Buscás la quinta pata y no aparece. La última vez te hizo reír bastante, el otro día en el trabajo pensaste en dónde podrían ir el fin de semana. Entonces es hora que agarres tu libretita y vayas anotando:

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31. Las parejas complementarias

Ella Digital, él Analógico.

Breve historia de señales que pueden llevar decenas de tiempo y docenas de conclusiones. Posiblemente no sepan que a pesar de ser opuestos dialécticos, no se excluyen, ni se acotan al ámbito de los vínculos eléctricos y las relaciones informáticas, tampoco, entre ellos, son buenos o malos, mejores ni peores. Continuar leyendo

27. El amor platónico

El cubrebaches

No hay nada mejor para la soledad que una buena invención. El amor platónico es generoso y completo, podés depositar ahí todas tus fantasías: tu ideal de perfección, te patrón estético y hasta un determinado nivel cultural. Es la escultura perfecta hecha con tu propia imaginación aunque la mala noticia es que nunca llegarás a alcanzarlo y en tal caso si eso ocurriera, ese ideal automáticamente perdería su magia y se convertiría al instante en un mortal común y silvestre. Continuar leyendo

24. Viejo Verde Gaga Style

Verde que te quiero verde

Parece que hubo una época que ser un viejo verde estaba bien visto. Por el siglo XVI, era de admirar que una persona, entrada en años y con cierta tendencia a soltar los perros cual jauría en pelotero, conservaba su vigor y lozanía. Viridis a vigore: así aludían los hermanos del latín cuando proclamaban que verde era vigor. Incluso a los maduritos de pelo canoso tipo Coppola se los comparaba con las cebollas, que se caracterizan por tener la cabeza blanca y el rabo verde. Continuar leyendo

20. Los Caracúlicos

“El espejo no tiene la culpa de tu cara”

 

Liliana Felipe

 

La invención del rostro

Hay personas, que en la repartija de rostros, no fueron favorecidas, y así como el lindo obtiene beneficios gracias a su cara, el fulero sufre, silenciosamente, algunos daños colaterales. De todos modos, a lo largo de los años, uno va teniendo la cara que se merece. Los modos de vivir van estilizando nuestros rostros y de acuerdo a cómo uno se pare frente a la vida, tendrá la cara que se merece. Continuar leyendo

10. Chamuyo mata zapán

El cuerpo es invisible

Al final uno se termina enamorando de todo, menos del cuerpo. La belleza, como todo lo bello, con el tiempo tiende a desaparecer. En la medida que vamos internalizando al otro, éste desaparece como objeto para transformarse en sujeto. Es decir, lo que en un principio fue fascinación termina convirtiéndose en algo natural. El amor es lo que viene después del cuerpo. Continuar leyendo