Por: Agostina Fasanella
Como ya mencioné en otro post, “El cambio es una puerta que solo puede abrirse desde adentro”.
Esto nos invita a explorar nuestro mundo interior para impulsarnos hacia nuevos horizontes.
Cambiar es una de las cosas que ocupa tu mente la mayor parte del día. Todo el tiempo estás pensando y programando actividades que te brindarán estados emocionales diferentes, resultados diferentes, relaciones diferentes, etc. Sin embargo, existen algunos cambios que, cuando buscás implementarlos, activan una fuerza extraña en tu interior que te ancla a tu zona de confort y hace que permanecer en el terreno conocido sea una gran tentación.
Esto se debe a que tu cerebro, al igual que la naturaleza, busca ahorrar energía.
Imaginate si todas las mañanas cuando te levantás tuvieras que aprender a caminar, no podrías evolucionar en tus resultados ni siquiera entrando en la vejez. Toda tu vida estaría ocupada logrando objetivos básicos.
Entonces podemos decir que este sistema no solo nos resulta “ahorrativo”, sino que también es sumamente eficaz y te posibilita evolucionar.
Ahora bien, para que esta evolución se lleve a cabo necesitás salir del automático y apelar a tu voluntad.
Obviamente, esto supone que tu cerebro en un principio “patalee” ante la perspectiva de gastar más energía y tu mente fabrique mil historias que intentarán convencerte de la inutilidad del cambio buscando recordarte que así vas a estar mejor.
Es como cuando aprendiste a andar en bicicleta…
Al principio estás pendiente del equilibrio,
de la coordinación y fuerza de tus pies y manos,
de mirar para todos lados para no tropezar con nada, etc.
Recién luego de un tiempo de práctica
podés disfrutar del paseo en bici
y dedicarte a mirar el paisaje o sentir la brisa en tu cara.
De esta forma sucede el cambio, por eso es sumamente importante sostener la tensión inicial, la incertidumbre y hacer foco en el lugar hacia donde querés llegar, teniendo en cuenta que tus miedos y resistencias son parte del proceso y que tu mente necesita ese “pataleo” para dar lugar a una alianza que te facilitará ese tan ansiado cambio.
¡Hasta la próxima!
Agostina Fasanella
Coach Personal y de negocios.
Liderarte Consultora
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