Ruidos molestos: ¿Por qué vivir con pitidos de cocheras?

La escritura sirve entre otras cosas para precisar el mundo y descubrirlo. Preguntarnos por inquietudes y advertir dónde estamos metidos.

Para eso sirve de vez en cuando. Por eso escribir puede salvarnos.

Salvarnos de algunas cuestiones, que pueden ser menores o mayores.

ruidos

Pero salvarnos al fin.

Quizás detenerse en la hoja en blanco es una oportunidad para eso. Para indagar, percibir y advertir. Con ánimo de poder incidir en la realidad y cambiar las cosas. Una instancia más virtuosa que la enojosa queja o protesta que embandera el desencanto.

Salvo que tenga una finalidad productiva. Transformadora. Continuar leyendo

Los rodetes de mi hermano

chismeLa realidad es la que incita a la palabra y luego vienen los párrafos que procuran precisarla.

Eso es lo que ocurre muy a menudo. De modo que quien escribe no hace ni más ni menos que pincelar el mundo. Pintarlo desde su mirada.

Yo no suelo escribir sobre mi familia para evitar inconvenientes. Pero como creo que me leen muy de vez en cuando, cada tanto puedo permitirme ese desliz.

Quizás por eso muy de vez en cuando me dejo tentar por situaciones que incitan escritos. Y en vez de replegarlos o acallarlos. Me doy cierta licencia para descubrirlos. Continuar leyendo

La decisión de construir nuestro camino

caminoNacemos, crecemos y nos vamos constituyendo como personas.

Escuchamos voces desde que somos muy pequeños y recibimos las mejores intenciones de nuestro entorno más cercano.

Padres, maestros, abuelos, profesores, todos van incidiendo con ideas y expectativas. Para facilitarnos conocer el mundo y permitirnos ingresar de la mejor manera.

Con el tiempo, la relevancia de las voces externas va cediendo. Y somos nosotros quienes nos encontramos frente a la vida.

Ya no hay indicaciones que puedan evadirnos de nuestra responsabilidad de decidir. Si no asumimos la adultez, la vida no queda en nuestras manos.

Así que es mejor hacernos cargo de quiénes queremos ser. Y construir la vida que queramos vivir. Nadie lo hará por nosotros. Continuar leyendo

La vida en tacos

tacosyaPasaron muchos días.

Me mantuve sigiloso, atento y expectante.

Analicé la situación antes de proceder. Debe ser porque confío en el espíritu estratégico, que aporta valor a la toma de decisiones.

No sé.

Necesito hablar con el portero y comentarle la situación. Quiero indagar un poco más sobre el tema. Informarme debidamente y mantener la calma. Antes de que domine el impulso.  Continuar leyendo

El riesgo de estar convencido

convencimiento

El problema de quien está convencido, es que nunca piensa que puede estar equivocado. Se embarulla a sí mismo y es preso de su razón.

Más que buscar superarse, quiere reafirmarse. Aún cuando la realidad le pegue unas cuantas cachetadas.

Para decirle que, guarda. Que las cosas no son como cree. Que su mirada tiene aspectos erráticos.

Que despierte. Que no sea tonto. Que caerá en el capricho, la terquedad, la sonsera. Continuar leyendo

Liberarnos

nudo

No soy el libertador, por supuesto. Ni tampoco vengo con la bandera prometedora, que nos emancipará de las cadenas.

Por la sencilla razón que no creo que tengamos cadenas. Y tampoco tengo la intención de semejante protagonismo.

Apenas si escribo unas líneas como para ver qué sucede. Porque la escritura, incide, provoca y moviliza.

Salvo que sea escritura empaquetada o con pretensiones pasatistas. En ese caso, nos deja en el mismo lugar.

Y seguimos siendo los mismos.

Así que el ímpetu está puesto en procurar alguna inquietud. Una breve molestia, con la intención de producir algún cambio. Continuar leyendo

Las joyas de la abuela

joyas

Mi madre lo anunció. Y lo hizo.

Tendría cinco años cuando lo vi todo.

–Voy a vender las joyas de la abuela –dijo, cuando estaba sentado en la mesa del comedor.

A los pocos minutos la vi revolviendo un cajón en la pieza de la abuela. Buscaba con desesperación unos anillos, pulseras, aros y cadenitas. Pronto los agarró con sus manos y los metió en una bolsa chiquitita de cartón.

Estaba parado al lado cuando me miró con complicidad. Sonrió y se le brillaron los ojos. Continuar leyendo

El poder de elegir

elegir1Debe ser cierto que el trabajo dignifica. Pero tan cierto como eso, es que elegir dignifica.

Cuando somos chicos. Y cuando somos grandes.

Antes elegían por nosotros. Para preservarnos, facilitarnos ingresar al mundo. O lo que fuera.

Cuando crecemos y resolvemos dejar de ser chicos, elegimos nosotros. Siempre y cuando tengamos el ánimo de asumir responsabilidad. Caso contrario, siempre habrá alguien dispuesto a ayudarnos y a elegir por nosotros. Continuar leyendo

¿Se puede cambiar la forma de pensar?

avanzarEs extraño ver como suele horrorizar el cambio de pensamiento. Hasta hay programas destinados a indicarlo, denunciarlo y mostrarlo como si fuera una calamidad que convive entre nosotros.

Mientras todos observamos impávidos al desafortunado de turno.

En general suele ser una persona de protagonismo, que se ha jugado por algo y decidió abrir la boca con énfasis para manifestarse.

Es alguien que hace muchos años dijo una cosa y con el transcurso del tiempo dijo otra.

En verdad, no dijo otra cosa. Dijo exactamente lo contrario. Continuar leyendo

Mundo pantomímico

mundopantomímico
Casi de prepo participé de un mundo pantomímico. Un muchacho con buen pasar ostentaba sus pertenencias. Tenía un auto notable, viajaba por el mundo, lucía su mascota, que en apariencias era un bicho costoso. Suposición que me excede porque desconozco el bicho aunque advierto la única verdad, costaba una fortuna.

Y por qué tenía ese bicho, me pregunto ahora. Continuar leyendo