La Avenida Cabildo nace en la oscuridad del viaducto que atraviesa, bajo tierra, la Avenida Dorrego. A la altura de la estación de subte y de trenes Ministro Carranza. El cruce es custodiado, día y noche, por un mural de Miguel Abuelo que permanece quieto bajo la letra del Himno de mi corazón: Nadie quiere dormirse aquí/algo puedo hacer/tras haber cruzado la mar/te seduciré/por felicidad yo canto. Desde las palabras en esa plaza, hasta el Puente Saavedra, todo el asfalto lleva el mismo nombre. El recorrido tiene más de 60 cuadras y se extiende hacia el noroeste, atravesando Palermo, Belgrano, Núñez y Saavedra.
La intersección con Juramento es un punto neurálgico para los vecinos de Belgrano, y para los argentinos en general. Allí, está emplazado un gran centro comercial a cielo abierto. Escenario siempre de una conducta pacífica, no abundan allí los sucesos delictivos. Por lo menos, así lo reflejan las páginas de los diarios actuales. Páginas que, entre los acontecimientos históricos sí tuvieron que dejar un lugar para la Avenida Cabildo. En julio de 2006, un psicópata llamado Martín Ríos disparó sin razón un arma en la intersección con la calle José Hernández. Disparó varias veces. Y asesinó a Alfredo Marcenac, un joven estudiante del interior del país que paseaba solo por la vereda. Algunos de los impactos, aún hoy, permanecen incrustados en el mármol de los negocios.
¿Cómo llegar?: Subte Línea D (verde) Estación Juramento - Colectivos que pasan: 29 – 60 – 63 – 65 – 80 – 113
Crédito fotos: GCBA