La Avenida Cabildo nace en la oscuridad del viaducto que atraviesa, bajo tierra, la Avenida Dorrego. A la altura de la estación de subte y de trenes Ministro Carranza. El cruce es custodiado, día y noche, por un mural de Miguel Abuelo que permanece quieto bajo la letra del Himno de mi corazón: Nadie quiere dormirse aquí/algo puedo hacer/tras haber cruzado la mar/te seduciré/por felicidad yo canto. Desde las palabras en esa plaza, hasta el Puente Saavedra, todo el asfalto lleva el mismo nombre. El recorrido tiene más de 60 cuadras y se extiende hacia el noroeste, atravesando Palermo, Belgrano, Núñez y Saavedra.