Ser mayor en el mundo de hoy

 

El envejecimiento de la población, considerado como una de las características definitorias del siglo XX,constituye un logro humano social, cultural y científico.

El desafío de este siglo XXI es envejecer con calidad de vida, llegar a ser mayor disfrutando y siendo independientes, con autonomía, sin ser una carga para los demás.

Significa que la esperanza promedio de vida de la población ha aumentado.

Las personas pueden vivir más tiempo en mejores condiciones de vida, ese es el desafío del presente siglo XXI envejecer con calidad de vida: sin enfermedades que sean invalidantes pudiendo disfrutar de realizar actividades y estar integrados en la familia y la sociedad en la que cada uno vive.

Esas son nuestras expectativas porque vivimos en una sociedad occidental donde la autonomía es un valor importante en especial después de la jubilación.

En otras culturas o sociedades es un honor llegar a viejo y ser una carga para la familia.

Hablando de eso, no creas que todos quieren ser independientes y no molestar a su familia.

Hace muchos años una alumna que tenía una abuela irlandesa me contó que su abuela tenía escrito en los azulejos del baño una inscripción en inglés, si entendiste bien, en los azulejos del baño decía: “vive lo suficiente como para ser una carga para tus hijos”.

¿Sabés a que se llama autonomía? Es la capacidad de controlar, afrontar y tomar decisiones personales respecto de cómo vivir de acuerdo con las normas y preferencias personales.

La autonomía es la libertad para elegir. ¿Cuándo puedo elegir? Cuando la salud mental me lo permite, cuando soy independiente económicamente, cuando estoy en condiciones físicas, emocionales y económicas para hacerlo.

¿Sabes que decía Groucho Marx ? Que “uno es dueño de su vida cuando tiene las llaves de su casa en la mano”.

Y ¿sabés que dice Simone de Beauvoir en su libro “La Vejez”? Decía que “uno es dueño de su vida cuando es independiente económicamente de sus hijos”, cuando se sigue decidiendo sobre el manejo del dinero.

Es decir que ser independiente y autónomo es un trabajo, a veces difícil de sostener pero cuando la familia ayuda, muchas veces se mete en terrenos que no le corresponden… a preguntar cosas que son de tu intimidad…por ejemplo: ¿por qué gastas tanta plata en esto? ¿ vos para que necesitas lo otro? ¿ para que guardas tal o cual cosa? ¿por que no tiraste ya esto?

Cuando el otro comienza a tomar decisiones por vos, te empezás a sentir incompetente o incapaz y esto impacta   sobre tu estado de animo en forma negativa.

Las formas de vivir-envejecer cambian constantemente, las generaciones viejas de hoy no se parecen a las de ayer, las generaciones viejas del futuro, por ejemplo las del 2050 (las cuales, dicho sea de paso, ya nacieron y están entre nosotros), tampoco se parecerán a las actuales.

Los abuelos de antes eran viejos a los 40 años. Alguien recuerda como era su abuela? Iba a gimnasia? Hacía viajes de placer con personas de su edad? ¿Hacía yoga? ¿Usaba calzas? ¿Se ponían malla para ir a la pileta del club a hacer gimnasia en el agua?

Pero antes las mujeres envejecían prematuramente porque se casaban muy temprano, entre los 16 y 18 años años, tenían muchos hijos, no existían los métodos anticonceptivos ni la planificación familiar. No había lavarropas, freezer ni microondas, los pañales no se tiraban ¡se lavaban!

Vaya mi homenaje a esas mujeres que trabajaron tanto, pusieron tanto el cuerpo que a los 40 o 50 años parecían abuelas de 90 años.

Ellos tenían un estilo de vida muy sufrido y ponían mucho el cuerpo desde muy jóvenes, es más, como la adolescencia no se había inventado se ponían el pantalón largo y salían a trabajar a partir de los 14 años.

¿Te das cuenta que bien que estamos? Esto te lo digo en serio yo creo que las personas mayores están hoy mejor que nunca. Y van a estar mejor.

En cuanto los mayores se den cuenta que son muchos, descubran su fuerza y poder, aprenderán a hacerse respetar.

Eso de que antes a los mayores se los respetaba, es un mito, antes se les tenía miedo, no siempre respeto, siempre los adolescentes y jóvenes les decían a los padres que sí, que claro, que tenes razón y después hacían lo que les parecía de acuerdo a los cánones de la época.

¿Sabes que las personas que hoy tienen 80 años cuando nacieron no sabían que tenían derechos? Las mujeres no tenían derecho a votar, a veces ni siquiera a elegir, no se habían enunciado los derechos humanos…el mundo evoluciona muy lentamente, todavía es un lugar injusto pero los mayores van adquiriendo derechos y son responsables de hacerlos valer y hacerse valer.

Escribió Jung (un psicoanalista muy particular) en el año 1969:

“Para una persona joven es casi un pecado o al menos un peligro preocuparse por ella misma; pero para la persona que está envejeciendo, es un deber y una necesidad dedicar atención a si misma”.

Así que aprendé a cuidarte, a quererte, a tenerte paciencia, a tratarte bien a valorar tu independencia, tu autonomía, tu soledad y tu libertad.

Si sos mayor y decidís sobre tu vida, recordá que ese es un privilegio que no todos tienen.

 

Nunca dejamos de ser padres

 Una vez que tenemos hijos, nunca dejamos de ser padres.

 La función paterna o materna se cumple a lo largo de toda la vida.

 Ser padres mayores de hijos adultos parecería que no es tan sencillo.

 Cuando los hijos son chicos no tenemos muchas dudas de cual es nuestro rol y nuestro deber: simplemente los cuidamos.

 Los cuidamos, requieren nuestra presencia, los educamos, los alimentamos, los queremos, a veces con mas demostración y otras menos efusivamente, los alimentamos, los llevamos al médico, al colegio, de vacaciones…¿lo normal no?

 Lo normal es muy relativo. Lo que para mí es normal, no lo es para vos.

 En algunas familias lo normal es que circule el afecto y el respeto, en otras lo normal es el desamor o el maltrato.

 Tendemos a pensar que nuestros valores, lo que recibimos y damos como personas es “natural”, compartido por todos y no es así.

 Hay padres y madres ausentes, alcohólicos a quienes los hijos tienen que sostener, abandónicos, golpeadores, maltratadores.

Nosotros tendemos a creer que así como fueron nuestros padres: bondadosos, cariñosos, responsables, pacientes…así son todos…como si fuera natural.

 Ser padres de hijos pequeños parece ser mas sencillo, porque sabemos qué hacer: dar.

 La familia continúa teniendo a su cargo las funciones de: reproducción, socialización, crianza de los hijos, cuidado y protección de los miembros que la componen, afecto y compañía, regulación de la vida sexual e integración a la sociedad como miembros plenos”. Dice la Profesora Acrich en su texto: Consideraciones sobre familia y envejecimiento

Cuál es nuestra función cuando los hijos son adultos?

 También es dar, aunque lo hacemos de maneras diversas. Ayudás cuidando a tus nietos, con dinero, con presencia para que puedan ir a trabajar…

Eso ya lo hicimos y lo sabemos hacer, entonces lo repetís con tus nietos.

 ¿Hay algo mas?

 Sí, como padres adultos además de colaborar, ayudar a tus hijos adultos y a tus nietos, seguramente querés ser escuchado, respetado, consultado, incluido e invitado, cuando no necesitan que hagas nada: sólo contar con tu presencia.

 Dice la profesora Julieta Oddone en su artículo Envejecimiento y familia en un contexto de cambio”

 “Las familias no sólo comparten recursos materiales, sino que también comparten recursos afectivos: amor, sentimientos y afectos personales; expresivos: decomprensión, escucha, y atenciones; de apoyo mutuo: protección y acompañamiento”. En efecto, la familia es, casi de forma natural, un lugar de solidaridad”.

 Si leiste bien, por las dudas te lo repito: la familia es un lugar de solidaridad.

 La solidaridad en los vínculos entre padres e hijos adultos implica un proceso de cooperación y reconocimiento mutuo.

 Si vos tenés mas de 60 años quizás te educaron con la consigna “hay que estar” “los domingos son de la familia”, aunque no tenías ganas hacías acto de presencia, estabas ahí sin saber por qué ni para qué, queriendo estar en otro lugar.

 El “hay que estar” significaba que los hijos tenían que hacer compañía emocional a sus padres, no debían dejarlos solos para “ hacer su vida”.

Quizás esa generación sufrió tanto el “hay que estar” que educó a sus hijos en el “yo puedo todo” “no necesito nada”, no les enseñamos que hay un momento en la vida que tienen que mirar al otro.

Entonces a muchos hijos adultos les cuesta reconocer que sus padres envejecen y necesitan ayuda o mas compañía, más apoyo para pensar o tomar decisiones.

Los hijos se niegan a ver el envejecimiento de los padres y creen que siempre tienen 50 años. Vos y yo sabemos todo lo que se puede hacer a los 60, 70, 80 años y más, pero sabemos que valerse solo requiere mas tiempo, mas esfuerzo, mas descansos que unos años atrás no necesitabas.

 Qué bueno que alguien te pregunte: ¿Necesitas algo? ¿Te llevo algo? ¿Te ayudo con algo?

 Que empieces a necesitar ayuda no significa como muchas veces escucho por ahí “ me voy transformando en el padre de mi padre”

Significa que la familia es una unidad de cooperación y compromiso mutuo, entonces, cuando uno envejece puede necesitar un mimo, un apoyo, un sostén de un hijo sin transformarse en hijo, seguís siendo un padre o una madre.

Aun cuando una persona mayor se enferma y necesita tanto del otro porque se vuelve dependiente, aún así, no vuelve a ser un niño nunca.

Ser dependiente porque estoy enfermo ( y por ejemplo uso pañales) no me transforma en niño, sino en un adulto que merece ser cuidado con respeto, tratado con dignidad.

 Un hijo de unos 50 y pico decía delante de su madre: “con el tiempo nos vamos transformando en padres de nuestros padres”… decía de su madre que todavía vive sola, se maneja con su propio dinero, nadie tiene que mantenerla y sólo necesita que la acompañen para ir al médico.

¿De que padre de mi padre hablamos?

 Necesitar ayuda y aprender a recibirla, cuando siempre estuviste acostumbrado a dar, no te convierte en un viejito minusválido, sino en alguien que simplemente necesita ayuda.

 La solidaridad no es vertical sólo de padres a hijos. Es circular, de hijos a padres, nietos a abuelos, de abuelos a nietos, de hermanos entre sí…

 

 

Ser padres hoy

 

Son pocos los fenómenos sociales que cambiaron tanto en tan poco tiempo: me refiero a la organización de la familia.

En los últimos años la organización de la familia cambió tanto, como no cambió en siglos.

Quizás recuerdes una imágen clásica de los libros escolares, en que se veían ilustraciones de la mamá bordando,con un delantal, el padre sentado cómodamente leyendo el periódico en pantuflas, después de una larga jornada de trabajo, los niños jugando en la alfombra, ella con una muñeca y el con un autito.

Esta estructura de familia tradicional parece estar en extinción, sin embargo seguimos soñando con ella.

Hoy vemos aparecer otras formas de familia: madres solteras, parejas homosexuales, hijos engendrados artificialmente, familias ensambladas.

Las mujeres y las madres trabajan mucho más que antes, porque si bien tenemos los electrodomésticos que no tenían nuestras abuelas, las mujeres que desarrollan profesiones, oficios, ocupaciones varias no se han liberado de las tareas domésticas, de la organización del hogar y la crianza y cuidado de los hijos.

Entre paréntesis ¿ no deberíamos las mujeres celebrar el día mundial del lavarropas? Un electrodoméstico que nos ha liberado y salvado nuestras columnas vertebrales.

Sigamos…

En la Argentina como en Latinoamérica en general continuamos inmersos en una cultura machista y patriarcal donde los hombres colaboran poco con las tareas del hogar y la crianza de los chicos.

Son pocos todavía los que planchan, cocinan, se levantan a la noche cuando los chicos tienen fiebre y cuando un hijo se enferma es la mujer la que falta al trabajo.

Siempre hay excepciones, me parece que las tareas se van equilibrando en los matrimonios mas jóvenes en los cuales hay pactos previos a la convivencia en cuanto a las responsabilidades compartidas , el cuidado de la individualidad, como de la valoración del trabajo de ambos miembros de la pareja.

La Dra Roudinesco en su libro “La familia en desorden” expresa que la familia actual :”aparece cada vez menos capaz de transmitir los valores que tradicionalmente venía encarnando”, pero al mismo tiempo es reivindicada como el lugar por excelencia de desarrollo individual.

Eso es la familia: un sistema en constante transformación que gira en torno a 2 ejes de vinculación: el vínculo sanguíneo y el de afinidad. Es un grupo que recibe a un ser que nace inmaduro e indefenso, lo abriga, lo abraza lo cubre en sus necesidades materiales y afectivas, le transmite su cultura, identidad, valores e ideales. Tiene 2 objetivos: la protección y el crecimiento psicosocial de sus miembros. Es la matriz de identidad de una persona, un lugar en donde nos enseñan a ser personas y nos brindan las herramientas para poder independizarnos llegado el momento.

A partir de los años 60‘, la autoridad paterna empieza a hacerse cada vez más problemática, las familias se van democratizando , transformándose y abriendo a nuevas formas de vincularse.

Pasa algo curioso: mientras que los cambios en otras instituciones sociales son considerados como progreso, los cambios que han transformado a la familia son vistos como síntomas de decadencia.

Los mayores piensan que hoy las familias duran un suspiro. No sé por que. Tengo algunas hipótesis: antes los maridos duraban más, eran como la heladera Siam la que tenía la manija con la bola, irrompibles. Antes las mujeres bancaban lo imbancable, las madres decían “hay que aguantar” y aguantaban.

Es difícil definir hoy a la familia por la diversidad de formas que presenta, lo que no cambia es la tendencia a la idealización.

Es frecuente ver a la familia como institución desde nuestra propia experiencia, muchas veces pensamos que nuestra familia reproduce los rasgos de las familias en general, tendemos a considerar a nuestra familia como la mejor y a veces es duro admitir los errores y horrores que allí acontecen.

Siempre me llama la atención que las personas mayores recuerden a sus padres sin fallas, ni defectos, muchas veces escuché: “ uno aceptaba a sus padres sin críticas”, ¿había respeto o miedo? ¿o idealización?. Esas mismas personas que aceptaron a sus padres sin criticarlos viven en un mundo que cambió y tienen que aceptar las críticas de sus hijos adolescentes, jóvenes o ya adultos.

Debería existir en la revista “Ser padres hoy” una sección para padres mayores y sus hijos adultos, uno no deja de ser padre aunque los hijos tengan más de 30 ,40 o 60 años, pero el vínculo debe alcanzar necesariamente una simetría impregnada de respeto mutuo.

No es cierto que con el correr del tiempo nos convertimos en hijos de nuestros hijos como muchas veces escucho. Es un poco complicado ser padre de un hijo adulto: para ese vínculo se necesita simetría, amor y respeto, bancarse las facturas que nos pasan aunque como hijos, en su momento no hayamos hecho reclamos.

Un hombre de mas de 80 años me dijo el otro día: “ Cuando era chico y mi papá me daba la mano para caminar yo sentía que el mundo era perfecto”

Que suerte haber podido disfrutar de esos momentos de seguridad y felicidad.

Feliz día del padre!!!!

¿Cómo vas a evitar “el pique de la semana”?

 

Hace años me acompaña una frase que se le atribuye a Winston Churchill

 “Pasé más de la mitad de mi vida preocupándome por cosas que jamás iban a ocurrir.”

Esta frase nos invita a pensar en el presente, en el aquí y ahora, solucionar los problemas actuales y disfrutar el momento presente.

El psiquiatra estadounidense Nassir Ghaemi nos cuenta que Churchill eran un depresivo que pasaba periodos de desesperación en los que todo lo veía negro.

En los momentos de angustia, cuando te despierta la ansiedad a la madrugada, difícilmente encuentres soluciones, más bien vas a tender a ver que todo lo hiciste mal. Sin embargo si podes lidiar con estas emociones, cuando salga el sol vas a poder encontrar soluciones, caminos y otra forma de mirar el presente y el futuro.

En muchas ocasiones el estrés lo generamos nosotros en nuestra cabeza, con datos que no están basados en la realidad. Pensamos cosas que no han sucedido todavía y que, incluso, es posible que nunca sucedan, sin embargo, tienen la capacidad de absorber nuestros pensamientos, toda nuestra energía, dado que la ansiedad anticipatoria nos hace preocupar por cosas que a lo mejor en algún momento ocurrirán o no.

Desde hace algunos años me anoto en la agenda alguna frase que me impacta, me sorprende o me invita a pensar algún tema que tiene que ver con un aspecto personal a trabajar.

 Abro la agenda y allí está la frase esperándome…

Me encanta esta frase de Edward Everett Hale: “No lleves nunca a cuestas más de un tipo de problemas a la vez. Hay quienes cargan con tres: los que tuvieron, los que ahora tienen y los que esperan tener”

¿Agotador no? En fin…

Trabajar algún aspecto emocional o psicológico de nuestra persona significa que hay que realizar un aprendizaje, un cambio que requiere esfuerzo y tiempo.

El aprendizaje no es instantáneo como el café, sino que lleva un proceso con momentos de avance, de estancamiento y de retroceso.

Si bien a nadie le gusta fracasar, sabemos que en el error, en el fracaso, en la equivocación se aprende, siempre y cuando podamos hacernos algunas preguntas, cuando podemos hacernos cargo de que, algo de lo que hicimos, no estuvo bien.

Es mas fácil echarle la culpa al otro, que seguramente es tóxico, antes que registrar en que nos equivocamos y cambiar.

¿No te pasa alguna vez que te enredás en alguna situación con alguien, que repetís una conducta que no te favorece, que terminás picando la caña de pescar? Y te decís a vos mismo:…otra vez sopa!!!

 Uno aprende de los errores, cuando puede reflexionar: ¿qué estoy haciendo mal?

 ¿Por qué me engancho en este barco que no me lleva a buen puerto?

Cuando tomas conciencia de cómo es el vínculo con el otro, dónde te enganchas, dónde picas la carnada como una mojarrita…ya diste un paso hacia a delante.

 Me gusta pensarlo así: cuando ves venir una situación que ya conocés, que sabés que te van a tirar la caña de pescar y habitualmente te enganchas, ¿cómo vas a evitar “el pique de la semana”?

 Vas a repetir el error una , dos, tres veces en algún momento te vas a avivar.

 Y le vas a hacer como el torero un OLE!

 Esa es una de las ventajas del paso del tiempo: que te vas “avivando”. Aprendés a registrar tus emociones, tus necesidades, a darte cuenta en qué vínculos te sentís bien y das lo mejor de vos mismo.

Muchas investigaciones se están realizando en los últimos años sobre las emociones en las personas mayores. Van concluyendo que a mayor edad encontramos mayores fortalezas y recursos emocionales y psicológicos para modular nuestras emociones: uno aprende a posponer, a esperar el momento para hablar,  a pensar antes de hablar, a tomar las cosas con mas calma, a dominar la ira , la furia.

 Bueno es cierto que no siempre se aprende, la edad mágicamente no te transforma en mas sabio…

Lo contrario del aprendizaje es la necedad, ser necio es tropezar siempre con el mismo error, no aprender, no registrar, no hacer insigth, no preguntarte, no darte cuenta del efecto que provocan tus palabras o acciones en el otro. El no poder reconocer no te permite modificar tu conducta.

 ¿Qué vas a modificar si sos perfecto y siempre tenes razón?

 Ser sabio no es haber estudiado mucho, sino, poder analizar, entender, comprender, saber esperar… me parece que la sabiduría adquirida con el paso del tiempo, es la que nos permite saber qué hacer con la vida que nos toca en el presente.

 

Hay días que siento que ya estoy grande

 

 

 

Hay algo interesante que nos pasa en general, internamente no sentimos la edad que tenemos.

Te pongo un ejemplo:

Hace muchos años una señora me dijo: “cuando me miro al espejo yo veo que tengo 81 años pero adentro yo me siento como de 18 …¿no estaré un poco loca?”

No estaba nada loca, simplemente que el cuerpo desde el punto de vista biológico envejece a un ritmo que es diferente de lo que nos pasa desde el punto de vista psicológico.

Por suerte el cuerpo nos recuerda la edad que tenemos porque si bien podemos sentirnos más jóvenes internamente, el cuerpo con esos límites que nos impone nos dice:  “cuidate…no te subas al banquito a limpiar la alacena, caminá mas tranquilo… andá un poco mas lento…bancate que ya no te duchas en 5 minutos y necesitas media hora mas de tiempo simplemente porque estás solo, y tenes que tener más recaudos para no caerte o resbalarte …tener más a mano los elementos que necesitas…”

A veces el tener que cuidarnos mas que antes nos hace sentir viejos…

Vas a escuchar cada vez mas entre tus amigos…  “antes no me pasaba”… “yo antes no necesitaba”… “nunca tuve que pedir ayuda para”…

Antes era antes…todo cambia.

Sabes algo muy curioso…cualquier persona puede sentirse vieja…una chica de 19 o 20 años cuando no conoce los dibujitos animados actuales puede sentirse vieja…¿que pasó con Pókemon?. ¿ Porque los chicos de 5 no lo conocen? ¿quien conoce a las chicas superpoderosas?

¿Quiénes son estos personajes nuevos…que aparecen en los canales infantiles?

O cuando los que hoy tienen 20 años te dicen:  “en mi época se usaba el MP3″… no hay más, la tecnología avanza con tanta velocidad que te puede hacer sentir viejo a cualquier edad.

Mi sobrina de 27 nació cuando nadie tenía una computadora en su casa, se mandaban fax, se revelaban las fotos, no había celulares, ni discman y menos MP3, 4, 5… a Maria Elena Walsh la escuchaba en cassettes…

Alguien que conozco esta semana cumplio 25 años, se siente vieja cuando piensa que acaba de cumplir “¡un cuarto de siglo!”

Alguien de 34 años puede sentirse viejo…cuando piensa que pasaron más de 14 años desde la última vez que Soda Stereo se reunió para tocar en vivo.

Un cincuentón se puede sentir viejo cuando escucha a Fredy Mercury, a Pink Floyd o a Rick Wakeman… que hoy tiene 64 años…

Y hablando de cincuentones…te acordás que cuando eras chico te preguntaban:

“¿Estas avivado?”.  Hoy parecen que nacen avivados…y ellos nos preguntan a nosotros:  “¿viejo estas avivado?”

¿Qué hay mejor que la música de los 80? ¿qué es esta música moderna?.

Me acuerdo cuando era chica lo que tenía que pelear con mi papá para que me compre un disco, si un “long play”, de los Beatles , “que es este tachin tachin” decía mi viejo…eso te da muy grande….

Hay palabras que te dan “antiguo”…

Ya aprendí que no puedo decir: “un conjunto musical” tengo que usar la palabra “banda”, que te digo que me cuesta porque “en mi época” banda era de delicuentes, de chorros, de malandrines… y la “bocha” era de helado.

Ay! las palabras y expresiones que tenemos que dejar de usar porque nos tildan de viejos!

Pero otras palabras se vuelven a poner de moda como chapar: antes chapaban, ahora chapan, lo nuevo es el sustantivo: 2 que chapan se convierten en “chapantes”.

Cuando nos dicen por primera vez señor o señora que fuerte! Te das cuenta que aunque vos te sientas joven los otros te ven mayor.

Para los mayores de 65 años ,es difícil de entender ciertos ritmos “de la vida moderna”, si bien se los bancan como príncipes.

Antes la gente se casaba, después vivían juntos y luego eran padres. Hoy el orden de los factores no altera el producto.

Aún así no deja de sorprenderlos que una chica con una panzota de más de 6 meses de embarazo salga posando y diciendo: “con mi novio estamos pensando en casarnos”solo pensando

Nada te hace mas viejo que decir esas cosas que solían decir los padres:

“mocoso de miércoles”

“mas respeto que soy tu padre”

“mientras vivas en esta casa se hace lo que yo digo”

“esta juventud esta podrida”

Muchas personas se sienten viejas cuando, reflejados en el espejo, empiezan a verse parecidas a su padre o a su madre.

La peor de todas las expresiones sin dudas es :… ”en mi época”…

en mi época…si se estudiaba…

en mi época…a los padres y maestros se lo respetaba…

en mi época…no salían vestidas así a la calle…

en mi época…esto no pasaba…

¿De que época hablamos? ¿De la época de oro de Julio Sosa?

Siempre es nuestra época ¿te das cuenta?… si estamos vivos es nuestra época…

¡Que plato!…

 

 

¿Qué haces para mejorar tu calidad de vida?

Debés haber escuchado muchas veces hablar de la calidad de vida.

Es un término que vas a escuchar mucho, referido al ámbito de la salud y en especial al envejecimiento.

La mejora de la calidad de vida no está sólo relacionada con la enfermedad sino también con la salud.

Es un concepto complicado para definir porque es multidimensional.

Para definir la calidad de vida tenemos que pensar en los aspectos materiales: ingresos económicos, que tengas un buen trabajo o una buena jubilación, vivienda, alimentación, cobertura de salud, vestimenta, lo que casi todos consideramos básico, casi te diría “natural”.

Sin embargo la calidad de vida también tiene una dimensión que incluye lo biológico, psicológico y social.

Es una idea subjetiva, porque desde afuera vos podes tener una percepción acerca de cómo vive el otro, pero esa persona siente un nivel de sufrimiento que lo lleva a pensar que no tiene una buena calidad de vida.

Desde la dimensión psicológica y social lo importante es cómo la persona se siente consigo misma.

Alguna vez escuchaste esta pregunta? “Por qué está deprimido si no le falta nada? Quizás desde tu punto de vista no le falte nada material o emocional, no podemos juzgar con nuestros parámetros el bienestar o malestar del otro.

Lo que para cada uno es un nivel mínimo necesario para tener una buena calidad de vida es diferente y está muy influido por la cultura y sociedad en la que vivimos.

Entonces decimos, que calidad de vida es un concepto multidimensional que incluye las condiciones económicas y de salud , como también la tranquilidad emocional, el ser tenido en cuenta por el otro, la autoestima, el respeto que se tiene por nuestras ideas, costumbres o creencias, el sentimiento de pertenencia social, la relación con la familia, la autonomía, el ser tratado con dignidad, la vida satisfactoria, el bienestar psicológico…podríamos seguir enumerando indicadores psicológicos que dan cuenta de lo que en otras palabras podríamos llamar “la buena vida”.

En la práctica se mide la calidad de vida de una persona explorando las dimensiones de lo que Neugarten llamaba “vida satisfactoria” o “satisfacción vital”.

Berenice Neugarten ( EEUU, 1916 – 2001 ), fue una pionera en el campo de la Gerontología, investigó y abrió las puertas para pensar los grandes temas de la mediana edad y el envejecimiento.

 Ella pensaba la satisfacción vital como una valoración del momento presente, que no tienen que ver con el éxito económico - social ni con los “logros”, sino mas bien con un sentimiento de tranquilidaden el que la persona se encuentra en el momento actual de su vida considerando su historia.

 Estos son algunos de los ítems con que Neugarten mide el bienestar:

  • Cuando miro atrás me siento bastante satisfecho”

  • No cambiaría mi vida pasada incluso si pudiese”

  • A medida que envejezco las cosas parecen estar mejor de lo que pensé”

  • Las cosas que hago me parecen interesantes”

  • Espero que me pasen cosas interesantes y agradables en el futuro”

 La canción “ A mi manera” dice:

 Estoy mirando atrás y puedo ver mi vida entera, y se que estoy en paz pues la viví a mi manera…”, así entendemos más claro el concepto de satisfacción vital.

 El bienestar psicológico es un indicador positivo de la relación del sujeto consigo mismo y con su medio, independiente de nuestro estado de ánimo ( que es actual y transitorio).

 No quiere decir que todo nos salió bien, ni que no nos equivocamos nunca , sino que vivimos, aprendimos de los errores, fuimos giles como decía Gardel, algunas cosas las hicimos bien, otras muy mal, aprovechamos oportunidades y además el futuro nos puede deparar algunas buenas sorpresas.

 Los seres humanos no somos de una vez y para siempre : Estamos siempre en proceso de construcción y podemos cambiar para mejorar nuestra relación con los demás y con nosotros mismos.

 Si ya sé que es difícil, porque requiere tiempo, cambios, aceptar errores, transformarse, darse cuenta…

 Lo mas fácil es decir:

 “ Yo soy así, que vamos a hacerle, es lo que hay”

 ¿Vos pensaste que estas haciendo para mejorar tu calidad de vida?

 ¿Hay algo que te divierta tanto en tu semana que te de felicidad?

 Si no es ahora… ¿Cuándo?.

 

 

 

¿Cómo anda tu director de orquesta?

Ya vimos que las personas a partir de la mediana edad suelen quejarse del funcionamiento de su memoria.

También hablamos de la cognición que es mas amplia que la memoria.

Sin embargo prestamos poca atención a las funciones ejecutivas que son claves en el desenvolvimiento autónomo y eficaz en la vida cotidiana.

Las personas mayores de 50 ( y los de 40 también no se hagan los vivos!!) que vivimos solos o con familia , aún estando sanos podemos tener dificultades o variaciones en el rendimiento cotidiano, producto del stress laboral que vivimos, de los avatares  que implica el diario vivir, de la atención dividida entre el trabajo, la familia, el celular, los mensajes de texto y de chat , mas las interferencias que sufrimos por nuestra afectividad conmocionada con el ritmo actual de vida.

Que son las funciones ejecutivas?

Este término se refiere a las capacidades implicadas en la formulación de metas, la planificación para lograrlas y los pasos para llevar a cabo tus objetivos de un modo eficaz.

Vamos a ir desglosando de a poco:

Para formular metas tengo que tener iniciativa: que es la capacidad de proponerte algo, quizás un desafío, o un cambio de conducta, empezar una acción, iniciar algo por primera vez. Me refiero por ejemplo a: organizar un viaje, un cumpleaños, emprender un negocio, etc.

Podemos expresar deseos: cómo me gustaría hacer un viaje…una fiesta…poner un negocio…pero llevarlo a cabo es difícil, porque tenes que poder pensar cuáles son los pasos para lograrlo y además de pensar tenes que hacerlo. Para ello necesitas una capacidad cognitiva que es la categorización: categorizar es ordenar y organizar según una lógica.

Esta función la usas naturalmente cuando haces una lista para ir de compras al supermercado: anotas lácteos, limpieza, perfumería…También cuando tenes que ordenar o clasificar papeles, fotos, los estantes de la cocina , tu colección de cd o de libros.

Que es planificar? Es la capacidad que nos permite organizar conforme a un determinado plan. Implica no perder de vista mis objetivos y poder cumplirlos sin distraerme.

Por ejemplo: tengo sólo unos minutos… estoy llegando justo al trabajo…me acuerdo que tengo que levantar una dirección que figura en un mail…podré no engancharme a revisar otros mails y sólo levantar la información que necesito?

Aquí entra también en juego la función inhibitoria: debo enfocarme y no distraerme, no irme por las ramas para no llegar tarde y cumplir con mis metas u objetivos.

Esta capacidad de planificar, no distraerte, no perder de vista tus objetivos porque tenes que manejarte dentro de un horario para que no se te vaya el día sin cumplir con lo que te habías propuesto, es la tarea de nuestro cerebro ejecutivo.

Algunos autores llaman a las funciones ejecutivas o a nuestro cerebro ejecutivoel director de orquesta”, porque es el organizador de nuestras funciones superiores para cumplir con el fin que nos propusimos.

Recordá que:

Planificar : es pensar antes de actuar.  La antítesis de la planificación es la impulsividad. Ejecutar: es llevar a cabo acciones e intentar cumplir con lo que uno se ha propuesto, no irte por las ramas…

La impulsividad afecta de forma significativa al discurso: la persona habla, se va por las ramas, no recuerda que quería decir o cuál era el objetivo final de su intervención en la conversación.

Cuando me preguntan algo, ¿puedo contestar puntualmente la pregunta que me formulan?

Me voy por las ramas…puedo darme cuenta? ¿puedo frenar? ¿retomar y cerrar una conversación?

Cuando te sentás en la computadora y aparece un mail que dice: ”importante no dejes de leerlo” , “difundir” , “no cortes la cadena”, “todos tenemos que leerlo”…podes sustraerte a estos llamados para seguir haciendo lo que tenías que hacer? O te sentás en la computadora para hacer algo y de pronto una hora después te preguntas ¿cómo llegué hasta acá? Yo que iba a hacer?… Si yo venía a hacer tal cosa…

Esa es la función inhibitoria: poder inhibir un comportamiento, una conducta, una opinión, un chiste, que por alguna razón en determinado contexto, no es pertinente.

Muchas veces pensamos como Groucho Marx “ He pasado una noche absolutamente maravillosa. Pero no ha sido esta.” Muchas veces no decimos lo que pensamos porque preferimos cuidar el vínculo a decir la verdad, toda la verdad y nada mas que la verdad.

Si una amiga muy querida te pregunta: ¿cómo estoy? Y vos te das cuenta que el traje de madrina que se hizo para el casamiento de su hijo es demasiado plateado y la hace parecer un marciano que baja de una nave espacial…cómo le decís que no la favorece?

Supongamos que tu doctor se fue de vacaciones y dejó en su remplazo un bombón de ojos azules que es impactante…le decís: doctor que fuerte que estás?

Si vas a la casa de tu suegra, o tu nuera, o tu hermana y te sentás en la cocina a tomar algo y ves que está todo sucio…que decís? No voy a tomar si no me lavo la taza o gracias no tengo sed?

Lo que digas o calles, cómo lo digas, será en función del cuidado que tengas por la relación con el otro…entonces te la vas a arreglar para decir las cosas con la mayor delicadeza posible: pensando y eligiendo las palabras, controlando tu impulsividad.

Hace un tiempo me regalaron una blusa con mangas murciélago que era muy bonita, la verdad no me quedaba bien… cuando le pregunté a mi hija qué le parecía me dijo: “pareces una vaca a punto de volar”.

Me quedaron 2 cosas bien claras: me hacía gorda y además aprendí que pocos vínculos resisten tanta sinceridad!

Son pocos los vínculos irrompibles, que resisten que digas o hagas cualquier cosa.

Las investigaciones coinciden en que producto del envejecimiento,disminuye la función inhibitoria, no nos dicen cuál es la razón.

Será que las personas a medida que envejecen creen que tiene el derecho de decir lo que quieren, como se les cante? Se permiten decir cosas que antes reprimían? Están menos pendiente de la opinión de los demás? Puede ser…

Planificar, organizar, proponerte pasos, cumplir pequeños objetivos, tomar conciencia, inhibir comportamientos no pertinentes, darte cuenta del contexto en el que estas, controlar la impulsividad, tener iniciativa, manejar tu agenda…

La cognición es más que la memoria, todo lo que hoy compartimos te permite seguir siendo independiente, viviendo solo, administrando tu tiempo, tu salud, tu dinero…y ser dueño de tus palabras y tu silencio.

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Qué hacemos para mejorar nuestra memoria?

 

La semana pasada hablamos de algunas preocupaciones en relación a la memoria y a la atención que tienen las personas mayores de 50.

Cada uno conoce como funciona: hay personas que tienen que anotar todo, otras que se jactan que nunca usaron agenda, otros que con sólo leer una vez retenían muchísima información, algunos que necesitaban mucho tiempo, dedicación y repaso para estudiar para un examen. Nadie es igual a otro y nosotros cambiamos , nos pasan muchas cosas , sobre todo a nivel emocional que perturban, alteran, modifican nuestra “performance cognitiva”.

Que es nuestra “performance cognitiva”? Es nuestro estilo para entender, captar, registrar la realidad, recordar información, nuestra capacidad de manejarnos cotidianamente, de organizarnos para atender nuestras necesidades, cumplir con nuestros compromisos, poder anticipar acciones y organizar nuestra agenda. Son los recursos cognitivos que disponemos para llevar a cabo las actividades de nuestra vida diaria: el trabajo, el cuidado de nuestra persona, la organización de nuestras actividades, de la casa, de nuestra familia…

Me gustaría que te quedes con la siguiente idea: La cognición esta presente en todas las actividades de nuestra vida diaria, no sólo la necesitamos para estudiar, hacer crucigramas, para actividades intelectuales…sino para aquello que te parece tan sencillo…

Mirá cuánto tiempo le lleva a un chico aprender a atarse los cordones…luego de mucha práctica se aprende y se automatiza, ya no lo tenes que pensar.

En mi casa la única capaz de cambiar el papel higiénico soy yo, nadie tiene la capacidad cognitiva suficiente para hacerlo, siempre encuentro el rollo terminado pero colocado en el porta rollo!!!

Si sos ama de casa tenes que organizar tu tiempo para cumplir con muchas tareas: el día te tiene que alcanzar para ordenar, limpiar, comprar, cocinar, tener la comida a tiempo porque llegan con hambre de la escuela o del trabajo, además de lavar, planchar… en fin… Viste que muchas mujeres cuando se les pregunta ¿vos que haces? Contestan: “ nada, soy ama de casa…” , bueno, para ser ama de casa además de prestar atención para que no se te queme la comida, o lo que estas planchando, tenes que usar tu “cerebro ejecutivo” para planificar y organizar tu tiempo.

Supongamos que invitas a cenar a 8 personas ( vas a cocinar, no a llamar al delivery) esto que parece tan sencillo implica: anticipar las compras, planificar y organizar el menú, administrar tu presupuesto para que no te salga muy caro, o que te alcance con el presupuesto que dispones, que la comida sea abundante, comprar, cocinar, dejar todo limpio, arreglar la casa, estar presentable…todas estas actividades llevan memoria, razonamiento, organización, atención.

Fijate en el trabajo del colectivero: en simultáneo presta atención al tránsito, a vos que subís y le preguntas si te lleva a tal destino, al otro que paga con la Sube, al que le paga el viaje con monedas, al que toca el timbre y tiene que bajar, al semáforo, al que cruza por el medio de la avenida, a la moto que se cruza…tiene la “memoria de trabajo” exigida, debe prestar atención a todo esto simultáneamente…y a lo mejor hasta atiende el celular!!!!

Nada es tan sencillo, nada es tan fácil, nada es una pavada…todo requiere recursos cognitivos, cada tarea tiene una demanda cognitiva diferente. Cuando te acostumbras a hacerlo, tu trabajo te resulta sencillo.

Entonces cómo mejoramos la función cognitiva?

  • Si estás trabajando mucho y estresado, regalate algunos recreos. Hacé algo que te ayude a relajarte, que te guste, que disfrutes.
  • Si estas empezando a trabajar menos o te jubilaste no te dejes estar, empezá a conectarte con algo que te guste y nunca pudiste hacer, despertá tu creatividad, descubrí que sos capaz…
  • Prestá más atención a lo que estas haciendo: no atiendas el teléfono cuando cerras la puerta, no hagas 2 tareas simultáneamente porque una de ellas se va a ver afectada. Si sos desatento hablate: decí “cerré la puerta”, “cerré la llave de gas”, decí en voz alta todo lo que tenes que llevar para salir. Recordá que no importa que hables sólo o a la pared, el único problema es si la pared te contesta.
  • Proponete desafíos: haciendo actividades que te gusten o te den placer, el cerebro necesita desafíos, si no coordinas bien animate a bailar , pintá, aprendé algo nuevo, un idioma, una técnica de trabajo, una actividad nueva. Pero siempre algo que puedas disfrutar.
  • No le tengas miedo a la tecnología: todos si no nos aggiornamos nos quedamos atrás, mucha gente no aprende a usar la computadora, el celular, twitter, lo que sea porque tiene miedo de fracasar, le da vergüenza tener dificultad. Superá esa vergüenza sabiendo que si sos mayor de 40 o 50 te va a costar mas tiempo aprender pero vas a poder hacerlo.
  • No te aisles: sabes que los expertos en neurología cognitiva le dan mucha importancia al aumento en las interacciones sociales, al estar integrado, el sentir que uno es esperado en un grupo, es tan importante para tu sistema cognitivo como el ejercicio aeróbico e intelectual.
  • Hacé actividad física: la que puedas y te guste, por lo menos el equivalente a 30 minutos por día de caminata. Si estas enojado te va a ayudar a liberar bronca, si estas ansioso o angustiado te va a servir para bajar los niveles de ansiedad, te va ayudar a encontrar ideas y soluciones cuando estas atascado en algún problema…tu cerebro necesita oxigenarse, sacalo a caminar.
  • No te dejes estar: exigite un poquito cada día, si las cosas que te propones no te salen de una y perfectas, o como esperás, tené paciencia. LO IMPORTANTE ES QUE LO INTENTES , en esos intentos el cerebro trabaja, hace nuevas sinapsis, busca rutas nuevas, abre en tu mente caminos desconocidos…

La memoria después de los 50

 

A partir de los 50 años las personas suelen quejarse del funcionamiento de su memoria.

Uno se hace grandes preguntas:

La mas frecuente es la pregunta shakesperiana:

¿Cerré o no cerré la puerta con llave?

Otras dudas que nos atormentan:

¿Qué venía a buscar aquí?

¿Cuál será el mozo que me atendió?

¿Como llegué a esta página del libro si no recuerdo lo que leí … a dónde me fui?

Muchos de los fallos que consideramos de memoria en realidad son fallas de atención.

Si estoy por salir de mi casa, suena el celular y lo atiendo…la atención tiene que dividirse en 2 tareas que estoy realizando simultáneamente. Cerrar la puerta es un comportamiento automático, entonces la atención se focaliza en la conversación telefónica: por lo tanto, no es que no me acuerdo si cerré la puerta, sino que, no presté atención suficiente cuando lo hacía.

No es lo mismo no recordar que no prestar atención!

Si voy a un bar y NO PRESTO ATENCIÓN a la cara del mozo que me está atendiendo, NO REGISTRO su rostro, entonces no voy a poder recordar después a quién debo llamar para que me cobre.

¿Qué venía a buscar aquí?

Si estoy preocupado por algo, o resolviendo muchas cosas en casa o en el trabajo, es posible que me encuentre de cuerpo presente pero con mi cabeza en otro lugar: en las preocupaciones, rumiando algo, buscando soluciones…esto nos absorbe tanto que perdemos la concentración.

En resumen, no podés recordar nueva información, si no prestaste atención y no registraste el ambiente que te rodea.

Hacé este ejercicio:  toma una lámina, un cuadro, una foto, una escena en la tele o en una película y mirá detenidamente, describí en voz alta lo que ves, cuantas personas hay, si son altas o bajas, mujeres o varones, colores de la ropa, detalles de la imágen, cuando cierres los ojos e intentes recordar vas a tener un montón de datos sólo porque prestaste mucha atención, el recuerdo de esa información viene sin esfuerzo.

Ahora para que esa información se CONSOLIDE hay que hacer un esfuerzo intelectual para GUARDARLA: asociar, visualizar, repetir, imaginar…todas tareas intelectuales.

Si querés aprender un nombre nuevo, no alcanza con que te lo digan una vez : tenés que volver a repetirlo, asociarlo con el rostro, buscar la forma de guardar esa información que para vos puede ser importante. Ahora supongamos que yo te diga: Richard Gere está en Argentina tengo la dirección… si te interesa te las vas a ingeniar para retener y recordar esa información. Lo mismo si te digo que Angelina Jolie llegó de incógnito y tengo su celular privado, si te interesa vas a hacer alguna asociación, algún trabajo intelectual, o buscar una estrategia para retener y recordar el teléfono.

El interés y la motivación son claves para registrar y guardar nueva información.

Cuanto mas enojado te pongas con vos porque no te acordás del nombre de un actor, un teléfono, la dirección exacta, el nombre de la secretaria del médico o la información que busques, ya mismo, menos va a aparecer el dato que necesitas…porque la ansiedad y el enojo que se produce con vos mismo van a hacer que fallen los mecanismos de búsqueda para encontrar aquello que está guardado.

En lo que llamamos el envejecimiento “típicamente normal” toda la información que tenes acumulada está, dale tiempo a que salga. A veces nos enojamos porque en vez de salir ya mismo tarda apenas unos segundos…es cierto, a veces puede tardar en aparecer unas horas o unos días…

Lo importante es que aparezca. A lo mejor al rato te relajaste, te acostaste a descansar y apareció lo que buscabas… te calmaste, bajó la ansiedad, pudiste evocar el dato.

Lo que quiero transmitirte es  que la memoria no funciona sola, es un sistema muy complejo que incluye muchas y diferentes memorias, este sistema está relacionado con la afectividad, el interés, la motivación, el estado de ánimo…

La memoria es parte de un sistema muy complejo que llamamos Cognición que se define como:

“El conjunto de procesos mentales que incluye la atención, la percepción, el lenguaje, el razonamiento, la capacidad de abstracción, de cálculo, la imaginación, el pensamiento, la toma de decisiones, la capacidad de aprender, de crear… ” ¿te das cuenta que complicada que es nuestra computadora personal?

Cuando las personas se quejan de su memoria, dicen que no funcionan como antes…es posible que tengan razón, cada uno conoce y sabe cómo era antes… Lo mas probable es que:

  • te notes más lento

  • te cueste sostener la atención dividida: por ejemplo hacer 2 taréas simultáneamente.

  • quieras retener mas información de la que podés

  • estés más sensible a la interferencia: los ruidos, la música, las preocupaciones que te desconcentran…

  • necesites más tiempo para aprender algo nuevo, por ejemplo: un idioma, a usar el celular, la computadora, un programa nuevo…

Todo esto que hoy te conté es esperable en el envejecimiento, se llama declive normal y tiene sus razones: dejaste de trabajar, estas poco activo mentalmente, estas triste, estas aislado, cada vez mas rutinario, pueden ser muchas las razones.

No te compares con los jóvenes de hoy, por ejemplo: tus nietos o tus hijos, ellos estudian mientras tienen abierto el Facebook , conversan, miran videos, suben fotos, chatean en grupo, miran la tele o escuchan música.

La atención es un recurso escaso, si la dividís entre tantas tareas se va a ver afectada igual, tengas 15, 22, 36 o 42 años. Lo cierto es que con tantas ventanas abiertas lo que estudian “queda agarrado con alfileres” , lo que aprenden dura poco, a veces sólo el tiempo necesario para pasar el exámen.

Otra cosa es aprehender, integrar lo que estudias, que te transforme lo que aprendiste.

Y así como perdés rapidez, ganás en capacidad de análisis, en integrar información.

Comprendés que en la vida no es todo blanco o negro, sino que hay grises (se llama pensamiento postformal), adquirís inteligencia social y emocional, tenés mayor capacidad de expresarte ya que el lenguaje se acrecienta con los años, uno se va apropiando de palabras que escuchó, leyó, le gustaron, aprendió.

A veces me preguntan algo y no puedo responder ya mismo, estoy en otra cosa, mi cabeza está en otro lugar , entonces digo: “ no me apures, si me querés sacar buena”, no está mal ir mas lento.

Con tranquilidad tu mente sigue trabajando, buscando, en el arcón de los recuerdos.

 

 

 

 

La mediana edad en los varones….por casa como andamos?

Uno de los temas claves en la mediana edad es la preocupación por la salud.

Me sorprendió en el verano escuchar a una vecina de carpa decir “ ya estamos grandes tenemos que empezar a prestar atención a nuestra salud” mi vecina todavía no cumplió 40 años y tiene una hija de 5 años…

Sin embargo tiene razón, es un buen momento para preocuparse y ocuparse de uno mismo, me cuido también para cuidar al otro.

Continuar leyendo